Diferencias entre el pescado blanco y el pescado azul

El pescado azul es un pescado graso que oscila entre 8 y 15% de grasa. Estos pescados son valorados por su gran aporte de ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega 3, en particular los EPA y DHA. Además son ricos en proteínas con alto valor biológico, es decir que aportan todos los aminoácidos que necesita el organismo. También aportan calcio, yodo, potasio, y vitaminas del complejo B, estas vitaminas son muy importantes para el correcto funcionamientos del sistema nervioso. Además contienen vitamina A y D. Y por la cantidad de ácidos grasos insaturados son ideales para disminuir y mantener un colesterol correcto.

Muchas veces no sabemos como reconocer los pescados azules, a simple vista muchos de ellos suelen tener la cola en forma de flecha. Y otra forma de saberlo es porque su carne no es tan blanca y tiene un sabor más graso. Entre los pescados azules más comunes están el salmón, la caballa, el emperador, el atún, las sardinas y los boquerones. Todos ellos muy saludables, sin embargo hay que prestar especial atención en los pescados azules de gran tamaño como el emperador o el atún por ejemplo que tienen alto contenido en metales pesados y es por esto que se aconsejan en pequeñas cantidades para niños, embarazadas y lactantes.

Los pescados semigrasos son aquellos cuyo contenido graso está entre 2 y 7 %. Estos pescados son muy interesantes porque sus aportes son similares que los pescados azules, es decir aportan ácidos grasos poliinsaturados, entre los minerales aportan calcio, hierro, potasio y yodo y son ricos en vitamina A, B y D. Estos pescados tienen un sabor más suave que los pescados azules, entre ellos encontramos la carpa, la lubina, la dorada y el besugo por ejemplo.

Finalmente el pescado blanco se refiere a aquellos pescados con un contenido graso de 1% o menor. Lo bueno de estos pescados es que son de muy fácil digestión y es un excelente aporte de proteínas. Estos pescados son muy bajos en calorías y son ideales en dietas de control de peso. Igual que los pescados grasos y semigrasos aportan calcio, hierro, yodo y potasio, y aunque en menor cantidad también aportan vitamina A, B y D. A simple vista estos pescados se caracterizan por tener una carne con un sabor suave, su carne es blanca y la cola suele ser triangular aunque siempre hay alguna excepción. Entre los más conocidos están el bacalao, la perca, el lenguado y el rape entre otros.

Los pescados son muy importantes en la dieta. Las recomendaciones indican que se debe consumir entre 2 y 4 raciones de pescado a la semana y en particular los grasos y semigrasos deben estar presentes. Además hay mucha variada y gustos para todos.